Sumisa con condiciones profesionales
Era un otoño muy extraño, estaba al caer la temporada de lluvias en la ciudad de Barcelona y que mejor momento que pasárselo genial sexualmente. Eran las 15h de la tarde de un domingo lluvioso, ideal para fornicar durante horas y sucumbir a al pecado carnal entre dos personas. Estos días así me encantan, me fascina que mi marido pueda hacerme suya y yo hacerlo mío, pero no como…