Bdsm, fetish… ¿de la ‘moda’ a la aceptación social?

(09-10-2011) Estos días no paran de surgir noticias relacionadas con el bdsm: cantantes de moda, videoclips, programas de radio y televisión… Tan es así que algunos se preguntan si los bedesemeros no estaremos ‘de moda’, como en este escéptico post de Lord Melk o en esta curiosa entrevista con Steen Schapiro en la que se analiza el ‘fenómeno mundial del fetichismo’… ¡ya en 1998!

Primero se trataba de películas, libros o cómics casi de culto, para circulos de iniciados o de arte y ensayo, pero que en las tres o cuatro últimas décadas se habían hecho cada vez mas frecuentes: Jaeckin, Crepax, Cavani, Passolini, Metzger, Brass, Schroeder, Buñuel, Franco, Lyne, Almodóvar, Bigas Luna, Haneke, Shainberg… fueron rompiendo el hielo (ver BDSM en el cine) hasta llegar a los días presentes en que son ya los propios héroes de las series televisivas de éxito (CSI, Castle…) quienes exhiben una clara fascinación por dóminas revestidas de cueros fetichistas.


En su siguiente mutación mediática los arreos sadomaso -ya desprovistos de las connotaciones delictivas que aun podían tener en las series de corte policiaco- pasan a adornar a las más glamurosas estrellas de la industria musical: Madonna, Lady Gaga, Rihanna

El que las todopoderosas compañías discográficas apuesten por la retórica fetish y bedesemera para lanzar a sus divas indica que algo está cambiando en la mentalidad del público: si antes el conocido anuncio de Dolce & Gabbana era duramente criticado, hoy en día es la prensa generalista la que protesta porque se censura la pose sadomaso de Rihanna.


Todo eso es en la ficcion cinematográfica, en el videoclip, pero… ¿y los auténticos practicantes de este estilo? ¿dónde están (estamos)? También aquí hemos pasado de la catacumba, de la ocultación avergonzada, a la aparición de reportajes sobre la realidad del bdsm (española en este caso) en medios masivos, a cara descubierta y con todo lujo de detalles. Ved aquí el criticado Documentos TV emitido por La 2, el más reciente trabajo realizado por Cuatro y este programa radiofónico (nota: ya no disponible) emitido hace nada por la cadena estatal Radio Nacional Española.

Creo que el programa de Cuatro marca un punto de inflexión, al mostar una proporción equilibrada entre prácticas profesionalizadas y amateurs, entre excitación y afectos, entre dolor y cuidados… Las dóminas profesionales dieron una cierta impresión de normalidad pero fue sobre todo la aparición de Mario, Valentina y Sejmet la que conquistó a público y presentadora por su intensidad y humanidad. Mención especial a los sumisos en todas las escenas pues contribuyeron fuertemente a la autenticidad del programa.

En la emisión (nota: ya no disponible) de Radio Nacional el tema principal es que cualquier práctica puede ser aceptable si hay consenso entre las partes y no se perjudica a terceros. El tono de los colaboradores del programa es de aceptación si bien en varias ocasiones transmiten las preocupaciones de cierto sector de oyentes sobre los límites con el maltrato. En ese momento la oportuna entrada de Azrael consigue despejar cualquier duda sobre ese delicado tema y tanto el público como los presentadores comprenden claramente que el bdsm no tiene más conexión con el maltrato que cualquier otro estilo de relaciones.

En ambos casos está explícita la idea de que no hay una práctica correcta o una forma de ser más apropiada que las otras; y que cada cual debe encontrar su camino, con el único límite del respeto a los demás:

«Me he dado cuenta de que a veces lo común no es suficiente para que algunos se sientan completos y la verdad es que son muchas personas las que encuentran en esta sexualidad alternativa una liberación y elementos para desarrollarse. Así que, como ellos dicen, siempre que sea sensato, seguro y consensuado, quizá no estaría tan mal eso de que cada cual convierta en proyectos sus fantasías

(Adela Úcar en ’21 días en el mundo del sadomasoquismo’ – Cuatro)

A pesar de las grandes fuerzas que luchan por el inmovilismo, parece claro que en estas palabras, y en los programas mencionados, se está expresando un cambio que lentamente ocurre ante nosotros pero también con nuestra ayuda.

Los tradicionales modelos de ‘ser hombre’, ‘ser mujer’ (o incluso ‘ser gay’) son cada vez más insuficientes para contener una pluralidad de deseos y placeres que se expresan (cada vez más) libres de las barreras de la culpa: cambios de sexo, juegos con el genero, erotización del poder y de la indefensión, placer del dolor, erotización de cualquier objeto u órgano que se transforma en fetiche, relaciones abiertas, relaciones múltiples…

Es lo que podríamos llamar la postmodernidad de los placeres: la sociedad va abriéndose lentamente a la tolerancia hacia cualquier práctica (consensuada) a medida que ya no puede contraponerse a ella un ideal de ‘lo correcto’ ni en deseos, ni en prácticas, ni en sentimientos. Por supuesto a esta apertura se oponen quienes aun se aferran al modelo de identidad definido y único impuesto por las diversas religiones. Las fuerzas están igualadas así que la evolución será lenta y con altibajos…

Para terminar: sí, creemos que de alguna manera esta eclosión de materiales fetish y bdsm, refleja una evolución de la sociedad hacia la tolerancia y en ese sentido, aceptación, de las sexualidades periféricas, si bien, claro está, de manera lenta y siempre conflictiva. En esa evolución cada uno tiene su pequeña parte; quizá sea buen momento para preguntarse, como Josep Lapidario, si ya va siendo hora de salir del armario.

 

 

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